Bienvenidos una vez más a Descolorando Ideas. En el post anterior, dejamos en claro lo que en verdad significa el término satanismo. Se mantuvieron al margen prejuicios y acusaciones infundamentadas para llegar a su significado y principios originales.Continuaremos, entonces, con la explicación del por qué el metal no es “Satánico”.Es preferible que leas la primera parte de “El metal es Satánico: Ja! Ahora cuéntame una de vaqueros” para poder comprender el siguiente post (lo encuentras más abajo de esta página). Muchas gracias por la comprensión.
Regresando al tema del Metal y teniendo en claro lo que significa “Satanismo” trataré de ser más exacto con los términos. Cantidades de grupos metaleros vieron como una “oportunidad de marketing” rebelarse contra la iglesia para ganar mayores adeptos. Muchos de ellos utilizaron, para bien o para mal, el nombre de “Satánicos” para dar a conocer su música. Finalmente, muchos de ellos desconocían la verdadera filosofía del satanismo pero al ser una “palabrita general” y de “moda” la utilizaron junto con actos que remitían a la adoración del diablo o afines.
Puedo llegar a decir que con la aparición del metal (básicamente el subgénero Black y Death) muchos jóvenes encontraron una vía de escape a su rebeldía asociándose con ellos que supuestamente estaban asociados al diablo. Siempre saludando a sus ídolos con el famoso saludo de mano de cornuta (tres dedos abajo y dos arriba formando unos cuernos) y vistiendo con cruces invertidas, pentagramas, más cuernos y demás. Claro está, siempre y cuando sus padres no estén observándolos.
Apresuraré mi conclusión respecto a este tema, para ello postularé un par de razones por las que creo que el metal no puede ser “Satánico”.
La primera razón es más que obvia. Es imposible que el metal sea un género satánico ya que el satanismo no demanda lo que el ser humano promedio piensa que hace (incluido los metaleros). Es un error llamarlo de esa manera ya que como hemos apreciado el metal termina contradiciendo al satanismo en reiteradas ocasiones.Debemos recalcar, además, que el satanismo no es algo negativo a pesar que muchas personas se esfuercen en desprestigiarlo.
La segunda razón viene por otro lado. Si bien- y como ya ha quedado claro- el metal no es satánico (confusión de términos), sus principales grupos o figuras mantienen cierta conducta que se puede asociar a la “adoración de diablo” (y aquí radica el problema y también radica el inicio de la confusión y denominación del satanismo como algo negativo en la sociedad); sin embargo, como se mencionó en los primeros párrafos, esto no pasa de un afán marketero.
Es sorprendente averiguar que muchos de los símbolos que hoy en día son asociados con el “diablo” fueron creados por razones totalmente mundanas y ajenas al tema de la “adoración al demonio”
Entonces, la operación… Satánico = Metal = Malo ¿Es correcta?
Al menos, ya sabemos como refutarlo.
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Una muestra de lo que es Iron Maiden
Un regalito de las variantes del metal también en nuestro idioma
