Crisis mundial: Debacle para las transnacionales ¿oportunidad para el desarrollo humano?

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Bienvenidos una vez más a Descolorando Ideas.

Días de mucho calor, los niños van terminando su año escolar, los jóvenes miran con entusiasmo, y otros con desorganización, el futuro año que se nos aproxima. Por otro lado, los padres piensan en los últimos gastos de este 2008 que ya va terminando y que, de alguna manera, ha absorbido todos sus recursos económicos. La navidad se acerca y es una tentación, inimaginable, poder relucir billeteras llenas de tarjetas de crédito. “Sueña, es Navidad” –dicen algunos- y para sus objetivos está muy claro. No despiertes consumidor, quédate dormido, que el tiempo en donde otros obtienen ganancias, gracias a tu dinero, ha llegado una vez más…

… pero ¿Qué pasaría si estas grandes empresas, entre ellas los bancos, comiencen a dar crédito, esperando que sus grandes intereses hagan el “trabajo sucio”, para luego darse cuenta que jamás recibirán nada? Ese día llegó y cómo siempre suele suceder personas ajenas al problema terminan siendo las más afectadas. La piedra angular de este problema y nuestro punto de apoyo para abordarlo es el capitalismo.

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¿Qué es el capitalismo?

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Basándonos en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) encuentro la siguiente definición: “régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción y creador de riqueza”. Agregaré, además, que el capital es un factor de producción constituido por inmuebles o maquinaria que se enlazan con el trabajo (mano de obra) lo que logra la creación de bienes para el posterior consumo, del ciudadano promedio, generando “riqueza” para algunos (los propietarios) y una “supuesta calidad de vida” para otros (los consumidores).

El objetivo del capitalista es producir capital (no es muy difícil averiguarlo por la semejanza de aquellas palabras) pero en aquella persecución, para su posterior venta, se crean enormes desigualdades en el mundo. Es por ello que cada vez se nota más la diferencia de la pobreza de muchos y la riqueza de pocos. Ejemplos clásicos en este mundo “capitalista” son las grandes cantidades de dinero que reciben algunas estrellas de Hollywood, renombrados deportistas, grandes empresarios o incluso el dinero que la primera potencia mundial inyecta en su economía para que la CRISIS , en aquel país, no cause mayores estragos. Esto en contraposición con la gran pobreza que aqueja al mundo. No puede ser posible que el 60% de los seres humanos sobrevivan con menos de un dólar por día, mientras que una minoría se lleve más de la mitad del PBI del mundo entero.

¿Mencioné crisis? ¿Acaso el sistema capitalista sufre debido a esa terrible palabra?

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La respuesta es sí y a decir verdad estamos a travesando la cuarta gran crisis en el capitalismo. La razón se debe a la superproducción y esto se da por que los consumidores no están en condiciones de poder comprar los productos que diversas empresas ofrecen agrandando de forma mayúscula el stock de las mismas. La crisis en el capitalismo es consustancial ya que esta forma parte del mismo sistema. Entendemos que el capitalismo, como todo sistema, es algo experimental que produce experiencias que tienen éxitos y falencias.

Por lo que estuve leyendo, en esta semana, la crisis en Estados Unidos y el mundo se debe a dos principales razones:

1. Créditos arriesgados: Los famosos “NINJAS” (no income, no job, no assets; o en castellano, ciudadanos sin ingresos fijos, sin empleo y sin propiedades). Los bancos veían al sector inmobiliario con gran optimismo es por ello que se decidió darles créditos a estos ciudadanos (NINJAS) cobrándoles mayores intereses. Esto también es conocido como las hipotecas subprime (Hipotecas con más riesgo de impago).
2. Aumento de número de operaciones: Los bancos al dar muchos préstamos iban acabando con sus fondos. Es por ello que utilizando la famosa globalización (admito que soy muy positivo respecto a ella pero en esta ocasión le encontré un defecto más) tuvieron como solución acudir a bancos extranjeros para que les prestasen dinero. A la vez muchos bancos pagaban deudas dando estas hipotecas a cambio (lo que vendría a ser el similar a un cheque en blanco)

Estas dos acciones fueron hechas con gran riesgo pero también con mucho optimismo, pues, la economía norteamericana se encontraba en un gran auge.

La “burbuja” en donde todos vivían armoniosamente explotó. Los denominados NINJAS comienzan a ser conscientes de que están pagando mucho más de lo que deben por sus casas, por lo que deciden no seguir pagando mientras que otros, simplemente, ya no pueden hacerlo. La gran cantidad de hipotecas ejecutadas y hogares abandonados, obviamente no pagados, comienza a crecer. Las hipotecas que circulan como acciones pierden valor y se comienzan a vender. Como consecuencia los bancos ya no dan más créditos, las cotizaciones de las acciones bajan aun más, se venden propiedades y además se hacen numerosas campañas para que se meta dinero (nos ofrecen, incluso, mejores condiciones pero es obvio que no es un buen momento para hacerlo ¿verdad?). Los medios de comunicación alarman sobre la crisis y los consumidores pierden esa palabrita mágica que los bancos utilizan en demasía: CONFIANZA. Esto va más allá y los consumidores dejan de comprar cosas superfluas para concentrarse en lo básico. Al pasar esto las empresas dejan de comprar a los fabricantes o dejan de importar materias primas (menudo problema para nuestro país ¿o no?). Ya finalizando las empresas ven reducidas sus ganancias y para mantener ingresos despiden al personal y el desempleo aumenta. En resumen, esta gran cadena de acontecimientos negativos es lo que esta crisis está generando. Si por algún momento se pensó que Latino América y exactamente Perú estaba excluida de tremendo alboroto se equivocaron.

El domingo 7 de diciembre detuve mis labores, por unos 7 minutos, para prestar atención el mensaje a la nación por parte de mi presidente. No quiero restarle importancia al agradecimiento que hizo Alan García a todo el Perú por su participación en el APEC pero es importante ir de lleno al punto esencial de su discurso. El presidente anunció la puesta en marcha del plan “Antricrisis” en donde más de 13 mil millones de dólares serán destinados, entre otras cosas, a obras de infraestructura social. Como dato, y me parece importante resaltar, el PBI peruano crecerá en un 9 a 9.5% en este año (el más alto en América Latina) pero debido a la gran crisis mundial pasará a un 6.5% en el 2009 (esto demuestra la gran repercusión de la crisis en nuestro país, sobre todo por la exportación de materias primas). Es por ello que este plan buscará aumentar el empleo y defender a los pobres. Además, el discurso también se dirigió hacia la empresa privada para que esta vea al año 2009 como uno de inversiones a lo largo del país. Tomando en cuenta esta última idea se aprecia una relación entre estado y empresa privada que simula un matrimonio (imperfecto pero matrimonio en fin) que da una noción del liberalismo y su vital importancia en esta época contemporánea. Considero necesaria esta interacción ya que se puede lograr una cohesión entre ambas para reafirmar la búsqueda de su objetivo en común que es aumentar, verdaderamente, los estándares de calidad de vida de todos.

¿Hacia dónde nos lleva esta nueva crisis? ¿Debemos verla como algo negativo quizá? ¿Acaso es una oportunidad al desarrollo del mundo?


El sistema capitalista siempre será generador de desigualdad. En su propia definición se le encomienda una especie de poder a una empresa que muchas veces deja sin control alguno a los ya alicaídos gobiernos nacionales. Si bien el capitalismo puede generar empleos y con ello acabar, parcialmente, con la pobreza extrema no puede mejorar la calidad de vida de cada uno de los habitantes de un determinado espacio. ¿Esta nueva crisis puede ser el inicio de un acercamiento aun mayor entre capitalismo y socialismo? A decir verdad no lo creo; sin embargo, si creo que el capitalismo y sus reglas comenzarán a debilitarse para dar paso cada vez más a un socialismo emergente que, con sus defectos, tratará de imponer una mayor igualdad en un mundo donde impera todo lo contrario. En el socialismo se evitan crisis como la que vivimos actualmente por una planificación de la economía que es imposible de lograr en el capitalismo ya que un gobierno no puede decidir por la producción de una entidad privada. A fin de cuentas este es el panorama que la denominada “crisis del capitalismo” nos va dibujando. Es entonces dónde preguntó pregunto si es una buena oportunidad para que este sistema cambie un poco. Espero que la nueva generación de emprendedores tenga la capacidad de poder pensar cómo el otro y no sólo como uno mismo para dar inicio a un mundo más justo e igual.

PD: Éstas son la palabras de alguien que no simpatiza con el capitalismo; sin embargo, vive sumergido en él a tal punto que tuvo que cortarse el cabello para poder ser insertado en su sistema de vestuario formal y cabello relativamente corto. ¿Paradójico?

(Imagen: Eduardo Galeano)